Dieta saludable previa a la gestación.
Una dieta cualitativamente adecuada debe incluir alimentos lácteos (leche, yogures,…), verduras y frutas, además de los alimentos del grupo de las harinas (legumbres, pasta, arroz, pan, cereales,…) proteínas y grasas.
Los alimentos lácteos son importantes por su aporte en calcio y vitaminas liposolubles (vitamina D), necesarias para asegurar la óptima salud ósea tanto de la futura mamá como del potencial bebé.
La importancia de las frutas y verduras radica en su aporte de sustancias antioxidantes como las vitaminas liposolubles (A, C y E).
El grupo de las harinas es importante por su aporte de proteínas de origen vegetal y como principal fuente de energía.
Las proteínas más saludables son las de origen vegetal o las del pescado frente a las carnes.
Las grasas deberían ser saludables (aceite de oliva, pescado, frutos secos).
En general se deben evitar los dulces y azúcares (bebidas azucaradas), bollería industrial, fritos y salsas (mayonesas, kétchup,…), carnes rojas.
Se recomienda cocina poco elaborada, es preferible hervir, cocinar “al vapor” o guisar “a la plancha” en lugar de freír y/o rebozar los alimentos.