Desarrollo embrionario: Embrión en día 1 (D1)
Cuando un ovocito se encuentra en su estado de madurez óptimo se produce la ovulación. A este día se le llama día cero de desarrollo (D0) y es en este período de tiempo cuando se debe producir la fecundación por un espermatozoide competente.
Cuando el ovocito es fecundado pasa a llamarse cigoto y nos encontramos en el D1 de desarrollo, momento en el que se deben diferenciar algunas características y estructuras imprescindibles.
Un cigoto es un ovocito que contiene dos pronúcleos claramente diferenciados (uno procedente del espermatozoide y otro del ovocito) y dos corpúsculos polares en la periferia (restos de ADN ovocitario). Además para ser un cigoto de buena calidad el resto de contenido celular (citosol) debe tener un aspecto uniforme sin presentar anomalías en su interior (vacuolas, restos de retículo endoplasmático liso, granulosidad, etc.).
A partir de este momento el cigoto comenzará sus divisiones celulares propias de un preembrión en D2, D3, D4, D5 y D6.
En ocasiones podemos encontrar en D1 ovocitos con un solo pronúcleo en su interior o con tres o más de ellos. Estos ovocitos son descartados ya que esta anomalía en el número de pronúcleos nos indica que el preembrión resultante puede presentar una alteración en la cantidad de material genético.
En el laboratorio de fecundación in vitro (FIV) los tiempos de todos estos procesos están estrictamente controlados valorándose la fecundación a las 16-18 horas tras la inseminación mediante las técnicas de FIV convencional o microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI).
Durante los 5 días siguientes se observan los embriones al menos una vez cada 24 horas. Posteriormente y con la ayuda de la clasificación embrionaria se establecen las calidades de los embriones y se evalúa la evolución de los mismos con el objetivo de seleccionar el mejor candidato para conseguir el tan esperado embarazo.