El alcohol en el embarazo
¿Sabías que cuando una mujer embarazada bebe, el alcohol pasa al feto a través de la placenta y el bebe metaboliza mucho más lentamente que la madre el alcohol, siendo también mayor su concentración en sangre y durante más tiempo, lo que provoca daño en el cerebro y alteraciones en la nutrición de sus órganos fetales?
El síndrome del alcoholismo fetal (FAS) afecta a 1,9 de cada 1.000 nacidos vivos y el 11% de la población gestante está formada por bebedoras, por ello en el día contra el alcohol queremos recordar los graves daños que puede ocasionar en el futuro niño estar expuesto al alcohol antes del nacimiento:
- Afectación del sistema nervioso central: retraso de su maduración, anomalías neurológicas y faciales, así como deterioro intelectual.
- Reducido peso y talla del niño hasta su madurez.
- Alteraciones del desarrollo ocular, auditivo, esquelético, hepático, cardiaco, etc.
- Mayor incidencia de abortos en el primer y segundo trimestre.
- Problemas de coordinación, aprendizaje, emocionales y de conducta.
- Los niños con FAS también tienen rasgos físicos característicos: ojos pequeños, un labio superior delgado y piel lisa en lugar del surco normal entre la nariz y el labio superior.
No se ha demostrado que haya algún nivel de consumo de alcohol seguro durante el embarazo. “Según la Oficina de Salud Pública y Ciencia de los EE.UU, los patrones de consumo de alcohol que colocan al bebé en mayor riesgo de padecer FASD son el consumo de grandes cantidades en pocas horas y el consumo de siete o más copas por semana. Sin embargo, los FASD también pueden darse en los bebés de mujeres que beben menos.”
Recuerde que durante la lactancia también se transmite el alcohol, por lo que tendrá que evitarse.