Elección de la técnica de fecundación cuando el número de ovocitos es reducido. ¿FIV o ICSI?
La baja respuesta ovárica es una situación cada vez más frecuente para los clínicos, asociada principalmente al retraso de la maternidad y a la consecuente menor reserva ovárica. En este tipo de pacientes el número de ovocitos recuperado tras la punción suele ser limitado. Cuando el número de ovocitos es reducido, la elección de la técnica de fecundación más adecuada, FIV convencional o microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), puede suscitar cierta controversia (evidentemente siempre que la calidad seminal y la historia clínica permitan plantear un FIV convencional como opción razonable).
Se podría especular con que la ICSI podría mejorar los resultados en este grupo pacientes, en la medida en la que quizá contribuiría a disminuir la probabilidad de una baja tasa de fecundación, o de que incluso no fecunde ninguno de los ovocitos mediante FIV convencional.
Sin embargo, cuando analizamos los datos, observamos que esta no es la realidad. Ciertamente no existen diferencias entre ambas técnicas en cuanto a la probabilidad de que ocurra un fallo total de fecundación en estas pacientes. Además, la tasa de fecundación es prácticamente la misma independientemente de la técnica, obteniéndose un número de embriones similar.
Por último, tampoco se observan diferencias en los parámetros clínicos más relevantes, como la tasa de ?-HCG positiva, tasa de embarazo clínico y tasa de implantación.
Por tanto, el empleo de la ICSI no parece tener ningún efecto positivo sobre las tasas de éxito comparado con la FIV convencional en pacientes con bajo número de ovocitos, por lo que, en nuestra opinión no estaría justificada su uso indiscriminado, más teniendo en cuenta la innecesaria manipulación a la que se someterían los gametos.
Pero, ¿por qué a veces los clínicos y embriólogos cambiamos la indicación de la TRA, de FIV a ICSI, el día de la punción ovárica e inseminación de los ovocitos?
Una situación frecuente a la que nos enfrentamos los embriólogos es que el día de la inseminación, la muestra seminal presente un recuento y/o motilidad alterados. Lo que nos lleva a cambiar la indicación de FIV a ICSI. Es importante recordar que para poder realizar un FIV convencional la muestra seminal debe presentar unos parámetros de recuento y motilidad adecuados. Si no fuera así, nos podemos encontrar al día siguiente con un fallo de fecundación o una tasa de fecundación inferior a lo esperado y deseado.
También puede ocurrir que en la recuperación de los ovocitos observemos que éstos son de mala calidad. Por lo que en estos casos es aconsejable realizar un ICSI y asegurar, en la medida de lo posible, la tasa de fecundación.
Sea cual sea la situación, nuestro equipo médico y de embriólogos siempre trabaja y toma decisiones para obtener los mejores resultados para la pareja y que su tratamiento culmine con éxito.
Jaime Guerrero, biólogo del Instituto Bernabeu.
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