Ética y buena praxis: La verdad por delante
La Reproducción Humana Asistida es un ámbito no exento de debates e implicaciones éticas y morales. Son habituales los que afectan a la generación de embriones nuevos cuando la pareja que se somete a las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) ya tiene embriones congelados de un ciclo anterior, la manipulación del embrión y el diagnóstico genético; el uso de gametos de donantes y la posible convivencia de sus hijos legales con los biológicos en el futuro; la opción de eliminación de embriones por los progenitores sin otro fin cuando no desean cederlos a otras parejas con fines reproductivos o para investigación, la edad de acceso de la mujer a las TRA, y así podríamos enumerar una larga lista de ejemplos que, dentro de la legalidad, afectan a la ética o convicciones morales de cada centro de reproducción asistida.
Otras cuestión distinta de las anteriores, y con más difícil solución, es la MALA O DUDOSA PRAXIS de algunos centros de reproducción asistida, no sólo en cuanto a la aplicación de las técnicas se refiere, sino en cuanto en falta de honestidad.
Un aspecto muy preocupante, es la mercantilización y explotación por parte de ciertos elementos de la clase médica de los problemas de esterilidad, al aprovecharse de la vulnerabilidad de aquellas personas que sufriendo de severos problemas de fertilidad son presa fácil de charlatanes y personas deshonestas, que incluso llegan a apropiarse de los logros conseguidos por otros equipos que sí son serios profesionales y respetuosos con las normas de comportamiento ético que deben presidir todas los diagnósticos y tratamientos de Medicina Reproductiva.
Un lamentable ejemplo lo acabamos de conocer: Un clamoroso éxito logrado por el Instituto Bernabeu ha sido ampliamente recogido en los medios de comunicación del Reino Unido (http://www.mirror.co.uk/news/real-life-stories/ivf-miracle-baby-couples-triumphant-4646186). Fraudulentamente, un centro totalmente ajeno al tratamiento, también ubicado en Alicante, se apropió del mismo induciendo al lector a creer que el mérito recaía en ellos y no en quienes en verdad lo habían conseguido.
Tristemente el poseer un título que acredite como médico especialista o embriólogo no garantiza la ética de quien lo cuelga en la pared.
Dr. Rafael Bernabeu, Director Médico del Instituto Bernabeu.