Histeroscopia diagnóstica, biopsia endometrial y scratching
Dentro del estudio del fallo implantatorio recurrente consideramos básica la valoración de la cavidad del útero así como de la normal arquitectura del tejido que la reviste, el endometrio. Para ello, la prueba diagnóstica más adecuada es la histeroscopia diagnóstica acompañada de una biopsia endometrial.
La histeroscopia es una endoscopia del útero, esto es, la visualización directa de la cavidad uterina mediante un sistema óptico. Se trata de una prueba sencilla y casi indolora en la mayoría de las ocasiones, por lo que suele realizarse en consulta con una mínima preparación de la paciente y sin interferir con su actividad cotidiana.
Pero, ¿qué alteraciones podemos encontrar en la cavidad del útero que no hayan sido detectadas en una ecografía? Si bien en un alto porcentaje de mujeres la histeroscopia resulta normal, en el resto podemos encontrar distorsiones de la cavidad que dificulten la implantación de un embrión. Entre ellas, las más frecuentes son los pólipos, las adherencias intrauterinas y las malformaciones (principalmente el septo o tabique), todas ellas susceptibles de ser solucionadas con eventuales técnicas quirúrgicas.
El scratching endometrial y biopsia del endometrio como técnicas terapéuticas del fallo de implantación.
Más aún, en otro grupo de pacientes la cavidad uterina será normal, pero no así el endometrio que recubre. Para detectar estas anomalías será preciso tomar una muestra del mismo, mediante una pequeña pinza o una cánula, para estudiar posteriormente en el laboratorio. Este procedimiento se denomina biopsia endometrial, y apenas supone una molestia adicional. Entre las alteraciones que encontramos más habitualmente están la hiperplasia, o desarrollo excesivo del endometrio, y la inflamación o endometritis, ambas susceptibles de tratamiento médico.
Por su parte, el scratching endometrial es un procedimiento que consiste en provocar un daño intencionado al endometrio que, mediante los procesos de reparación posteriores, consiga mejorar la futura receptividad del embrión. Así, la propia biopsia endometrial descrita previamente es un scratching en sí mismo, además de permitirnos el estudio del tejido.
Si bien el scratching del endometrio es una técnica cada vez más implantada en el arsenal terapeútico del fallo de implantación recurrente, en el momento actual la literatura científica aún no ha conseguido demostrar un claro efecto beneficioso. Por lo tanto, su aplicación debe regirse bajo un muy estricto criterio médico; a modo orientativo debe considerarse en mujeres que hayan realizado 2 o más transferencias de embriones de alta calidad (y, a ser posible, también cromosómicamente normales), y el resto de estudios del fallo de implantación no haya revelado una causa evidente.
Por otro lado es importante remarcar que el scratching es un procedimiento invasivo y, aunque mínimos, no exento de complicaciones como el dolor, la hemorragia o la infección.