Pruebas para conocer la fertilidad masculina
Cuando una pareja encuentra dificultades para conseguir un embarazo, hay una probabilidad aproximadamente del 50 % de que el origen que justifique ese retraso en conseguir la gestación sea un factor masculino.
La principal causa de los problemas de fertilidad masculina es la baja calidad del semen, por tanto se deberán estudiar diferentes parámetros seminales para establecer dicha calidad seminal. Especialmente importantes son dos parámetros: la concentración o cantidad de espermatozoides en el semen y la motilidad de los mismos que debe ser adecuada para conseguir llegar a fecundar el ovocito.
Existen diversos test rápidos en el mercado, similares a los test de ovulación femeninos, que dicen evaluar con gran sensibilidad la calidad del semen y establecer si el hombre es fértil o no, pero ¿realmente son útiles estas pruebas para establecer la calidad del semen?
Rotundamente NO, ya que sólo determinan la concentración de espermatozoides pero nada dicen en relación a su motilidad y otros aspectos también importantes para que se produzca la fecundación. Por tanto, es posible que el test determine una concentración considerada como normal (por encima de 15 millones por mililitro de semen) y que sin embargo su motilidad sea tan baja que no se consiga fecundar el ovocito y por tanto conseguir un embarazo.
¿Cómo podría establecerse de mejor forma la calidad seminal?
A través de un seminograma, también llamado espermiograma, que es el estudio básico que se realiza en una muestra de semen en los centros especializados en reproducción asistida y otros laboratorios con el fin de poder evaluar dicha calidad seminal a través de distintos parámetros.
La Organización Mundial de la Salud es el organismo responsable de establecer los valores de referencia para considerar una muestra de semen como normal. Los nuevos valores fueron publicados en el año 2010 y son los siguientes:
- Volumen: como mínimo debe ser de 1,5 mililitros.
- Concentración: como mínimo 15 millones de espermatozoides por mililitro de semen.
- Motilidad: debe ser igual o mayor a un 32 %.
- Viabilidad: debe ser igual o mayor a un 58 %.
- Morfología: debe ser igual o mayor a un 4 %.
Cuando una muestra seminal posee todos los valores dentro de la normalidad, el diagnóstico es Normozoospermia.
También es importante mencionar que la calidad seminal puede variar a lo largo del año o alterarse por múltiples causas: infecciones, tabaco, etc… Así pues, es recomendable al menos realizar dos seminogramas para un diagnóstico fiable sobre todo si alguno de los parámetros seminales se muestra alterado.
Es importante señalar que el seminograma es el primer paso pero que ante determinadas alteraciones en el semen el especialista en reproducción asistida puede ampliar toda una serie de pruebas como puede ser un estudio hormonal en el hombre, la valoración por parte de un urólogo, la realización de test de fragmentación de ADN en el espermatozoide, etc…. para no sólo determinar que existe una baja calidad seminal sino también intentar averiguar el origen de dichas alteraciones.
Se ha demostrado que los varones infértiles tienen una mayor fracción de espermatozoides con roturas en su ADN, y que este hecho puede tener un impacto negativo en los resultados de técnicas de reproducción asistida, dado que la transmisión de la molécula de ADN íntegra desde el espermatozoide al ovocito es esencial para la consecución y desarrollo del embarazo. Un incremento en la población de espermatozoides con ADN fragmentado puede ser responsable de bloqueo embrionario, fallos de implantación y abortos. La técnica que empleamos para la determinar la fragmentación del ADN espermático es el TUNEL, que consiste en medir las roturas existentes en la cadena de ADN incorporando moléculas marcadas fluorescentemente.
Otra técnica diagnóstica muy útil en el análisis seminal es la hibridación in situ fluorescente (FISH), que nos permite analizar parte de la dotación cromosómica de los espermatozoides, en concreto, los cromosomas 13, 18, 21, X e Y, implicados principalmente en abortos y malformaciones fetales. Un semen con un elevado porcentaje de espermatozoides cromosómicamente anómalos puede dar lugar a fallos de implantación, abortos o incluso alteraciones cromosómicas en la descendencia.
Dra. Ana Fabregat, farmacéutica del Instituto Bernabeu