¿Qué pruebas son necesarias antes de una fecundación in vitro (FIV)?
La fecundación in vitro es el procedimiento realizado en el laboratorio de embriología cuyo objetivo es obtener embriones a partir de gametos femeninos (óvulos) y gametos masculinos (espermatozoides). Los óvulos y espermatozoides pueden provenir de los pacientes (gametos propios) o de donantes femeninos y masculinos (gametos donados).
Son múltiples las posibilidades para obtener los embriones que permitan llegar a un embarazo evolutivo y niño sano en casa que es, en definitiva, el objetivo final que se persigue.
Actualmente disponemos de una amplia batería de técnicas y pruebas que nos ayudan a centrar cada caso, sin embargo, hay un -podríamos llamar- estudio inicial o básico, que realizaremos antes de programar cualquier técnica de reproducción asistida.
Este estudio comienza con la realización de una entrevista médica a los pacientes, que nos permite recoger todos los datos importantes de la historia médica personal y familiar de la mujer o pareja que nos consulta. De esta entrevista se derivaran en cada caso las pruebas necesarias más especiales si fueran necesarias.
Si el procedimiento indicado es realizar una FIV con óvulos y espematozoides propios, de forma general e inicial, realizaremos las siguientes pruebas y exploraciones:
En la mujer:
- Revisión ginecológica con citología y ecografía vaginal con recuento de folículos ováricos.
- Prueba de transferencia: pasamos una fina y flexible cánula a través del cuello del útero para conocer sus características (longitud, dureza, dirección). Es una prueba indolora y rápida que nos proporciona un información valiosa de cara a realizar la posterior transferencia embrionaria del tratamiento.
- Analítica general en sangre: hemograma, bioquímica, coagulación.
- Analítica hormonal en sangre:
- hormona Antimülleriana (AMH)
- hormonas tiroideas y otras (según los datos de la historia médica).
- Serología en sangre: Virus de la hepatitis B (VHB) y C (VHC), Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), Sífilis. Su determinación es un requisito legal para poder realizar el tratamiento. En la mujer, además, solicitaremos analítica para conocer si presenta inmunidad contra Rubéola.
- Mamografía en mujeres a partir de los 40 años en mujeres sin antecedentes personales o familiares de riesgo. En mujeres con antecedentes familiares de primer grado, a partir de los 35 años.
En el Hombre:
- Seminograma
- Serología en sangre: Virus de la hepatitis B (VHB) y C (VHC), Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y Sífilis.
Tanto en hombres como en mujeres el estudio del cariotipo (para comprobar la normalidad o anormalidad de los cromosomas que porta cada persona) dependerá de los antecedentes personales y/o familiares, así como de la historia reproductiva previa (abortos, fallo de implantación, fetos o recién nacidos previos con malformaciones relacionadas con las alteraciones cromosómicas, mujeres muy jóvenes con baja reserva ovárica, varones con severas alteraciones en la calidad seminal,…)
La enorme diversidad de situaciones que presentan las personas que solicitan o que requieren este tipo de tratamientos hace que debamos ser muy rigurosos en el planteamiento, tanto del estudio a seguir como de las opciones posibles en cada caso. NO HAY DOS PERSONAS IGUALES Y NO HAY DOS PAREJAS IGUALES por lo que, con los resultados del estudio básico o inicial se tomarán las decisiones concretas que se estimen oportunas ampliando el estudio con pruebas o exploraciones complementarias, si fueran necesarias.
Los avances médicos, biológicos y tecnológicos hacen que la Medicina Reproductiva actual sea multidisciplinar y que se nutra de la experiencia, de la investigación y de la aplicación de conocimientos de diversos campos de la ciencia para poder ofrecer un tratamiento personalizado, optimizando así los resultados.
Dra. Lydia Luque, ginecóloga de Instituto Bernabeu.