Quiero ser madre: GUÍA Instituto Bernabeu
Ser mamá va a ser una experiencia única y maravillosa, una aventura que empieza por un anhelo, un deseo: el de ser madre, que quizá sea uno de los más poderosos que puede sentir una mujer.
A la vez, este sentimiento va a estar acompañado de muchas dudas e incertidumbres. Por eso, a continuación, hablaremos de cómo empezar a recorrer este camino resolviendo algunas de ellas.
Índice
Quiero ser mamá, ¿cuál es el momento?
Ser madre es una de las decisiones más importantes en la vida de una mujer o de una pareja.
Frecuentemente parece que nunca llega el momento idóneo o perfecto para quedarse embarazada. A veces, por el tipo de vida que llevamos: el trabajo, los viajes o el estrés. Otras veces porque no encontramos a una pareja con la que emprender este camino. O a veces cualquier otro motivo puede influir en la toma de esta decisión. Por eso, el momento de tener hijos, en primer lugar, va a depender de ti (y en todo caso si sois una pareja, de ambos). Una vez te sientas preparada, ese va a ser el mejor momento.
Es verdad que, una vez hemos decidido cumplir ese sueño, debemos asegurarnos que contamos con un buen estado de salud y, si tenemos alguna enfermedad de base, debemos comprobar que está controlada. Por eso una buena revisión ginecológica y, si fuera el caso, una consulta al especialista en cuestión nos ayudará.
Familias monoparentales
Actualmente existen diversos modelos de familia. Los cambios sociales en los últimos años han hecho que cada vez sean más las mujeres que solas, sin pareja, decidan emprender la aventura de ser madre. Es lo que en medicina reproductiva llamamos “maternidad en solitario” o “ser madre soltera”. A ellas, la medicina puede ayudarles a conseguir el embarazo de una manera segura y acompañada gracias a las técnicas de reproducción asistida.
¿Qué situaciones de infertilidad podemos encontrarnos?
Es probable que muchas mujeres que buscan la maternidad en solitario no tengan ningún problema de salud ni de infertilidad, y que lo único que necesiten es utilizar semen de un donante. Sin embargo, en algunas ocasiones nos podemos encontrar con alguna alteración, por lo que es aconsejable realizar una valoración individualizada de cada paciente para poder ofrecer el mejor tratamiento en cada caso.
Esta valoración inicial consistirá en realizar un estudio básico de salud y fertilidad. Para ello haremos una buena historia clínica, valorando la edad de la mujer, los antecedentes familiares, personales y ginecológicos de interés, unas analíticas de sangre general y hormonal, una citología y una ecografía transvaginal.
Con estas pruebas podremos detectar o sospechar si existe algún problema de fertilidad, como puede ser un síndrome de ovario poliquístico, alteraciones del ciclo, una baja reserva ovárica o una edad avanzada que conlleve alteraciones en la calidad ovocitaria. Situaciones, cada una de ellas, que precisarán de un tratamiento en concreto.
¿Qué tratamientos existen?
Existen varios tratamientos de fertilidad que pueden ayudar a las mujeres que optan por ser madres solteras. Cada uno de ellos tiene sus indicaciones. Por eso, una vez realizada la valoración y los estudios iniciales, podremos recomendar de forma personalizada cuál es la mejor opción.
Inseminación Artificial.
Consiste en hacer ovular a la paciente (siguiendo su ciclo natural o estimulando de forma suave con medicación hormonal el ovario) y, en el momento ideal, introducir el semen (en este caso del donante) dentro del útero. Es una técnica sencilla y útil para pacientes jóvenes, sin problemas de fertilidad añadidos o con alteraciones del ciclo como la anovulación, sin ciclos irregulares y que tienen las trompas de falopio en buen estado.
Fecundación in vitro (FIV)
Este tratamiento va un paso más allá. Consiste en estimular el ovario con hormonas para conseguir el crecimiento folicular múltiple. En el momento en que la mayoría de los folículos están preparados, mediante una técnica llamada punción ovárica, y con la paciente sedada para que no le moleste, extraemos los óvulos. Éstos, posteriormente, serán fecundados en el laboratorio con el semen de un donante y, una vez fecundados, se dejarán en cultivo hasta el estadio de Blastocisto.
Una vez llegado a este estadio, el embrión está preparado para su transferencia al útero de la mujer. Si existen más embriones se pueden vitrificar para transferencias futuras. Este tratamiento, algo más complejo, está indicado para aquellas mujeres con obstrucción bilateral de trompas, pacientes de edad más avanzada, pacientes que deseen biopsiar sus embriones para saber que están sanos cromosómicamente, cuando existe una baja reserva o cuando han fallado las inseminaciones.
Ovodonación
Consiste en utilizar óvulos de una donante tras cumplir todos los requisitos y estudios que marca la Ley de reproducción y aconseja la Sociedad Española de Fertilidad. En este caso estaríamos hablando de una doble donación, puesto que los óvulos van a ser fecundados en el laboratorio con semen de un donante. La mujer que opta por un tratamiento de este tipo debe preparar su endometrio mediante la toma de estrógenos o aprovechando su ciclo natural y, en el momento ideal, transferir el embrión a su útero. Está indicado para pacientes de edad aún más avanzada, con problemas en la calidad ovocitaria donde han fallado las técnicas anteriores. También en el caso de ser portadora de alguna enfermedad monogénica o tener alteraciones en los cromosomas y no querer transmitirlas a su descendencia y ha fallado el diagnóstico genético preimplantacional.
Testimonios
Laura acudió a nuestra consulta cuando tenía 35 años con el deseo de ser madre soltera. Nos explicó que ese deseo era fruto de una decisión muy meditada y ya se sentía preparada.
Entre sus antecedentes personales destacaba una diabetes mellitus diagnosticada en la infancia. Laura, siendo consciente de la importancia de su enfermedad, llevaba tiempo muy bien controlada y nos aportó un informe de su endocrino donde nos decía que se encontraba en un buen momento para quedarse embarazada.
Su estudio de fertilidad fue normal y con una histerosalpingografía confirmamos que sus trompas eran permeables.
Dada su edad y sus pruebas normales optamos por realizar una inseminación artificial con semen de donante y, además, pensando en su diabetes, decidimos hacerlo de la manera más natural: siguiendo su ciclo natural.
Tras provocar la ovulación, en el momento ideal se realizó la inseminación y, 15 días más tarde pudimos dar la enhorabuena a Laura. El primer paso estaba conseguido.
Laura tuvo una gestación que transcurrió con total normalidad. Siguió todas las recomendaciones de su ginecólogo y endocrino y hace pocos días acudió a nuestra consulta, muy feliz, para presentarnos a Rodrigo, su hijo.
Dra. Judith Morraja, (n.º de colegiado 280605876) ginecóloga en Instituto Bernabeu