Tipos de pruebas diagnósticas para detectar el coronavirus SARS-CoV-2 (covid-19)
En Diciembre del 2019, un nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) se identificaba en Wuhan (China) como el microorganismo responsable de la aparición en humanos de una neumonía severa y letal en algunos casos, con una transmisión de persona a persona a través de pequeñas gotículas de saliva. Debido a esta vía de transmisión y a la alta capacidad infectiva del virus, y teniendo en cuenta que vivimos en un mundo globalizado donde existe una gran movilidad de las personas de unos continentes a otros, la infección se extendió rápidamente por todos los continentes, hasta el punto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el Covid-19 como una emergencia de saludo pública internacional.
A día de hoy, debido a la ingente cantidad de información aportada por los medios de comunicación y las redes sociales, la información acerca del virus, de los síntomas que provoca y de las posibles complicaciones de la infección, son conocidas por la mayor parte de la población.
En resumen, tras una exposición de riesgo, el virus puede ser detectado en la mucosa nasal y faríngea pasados 5-7 días. La carga viral, es decir, la cantidad de virus presente, va aumentando con el paso de los días. Tras el periodo de incubación, aparecen los primeros síntomas que pueden ser más o menos severos, en general, en función del grupo de edad y de las enfermedades asociadas que presente cada individuo. Tras 6-7 días de la aparición de los síntomas, nuestro sistema inmune comienza a intentar proteger nuestro organismo generando los llamados anticuerpos que son capaces de neutralizar el virus. Los primeros que aparecen son los anticuerpos tipo IgM y posteriormente aparecen los anticuerpos IgG que son los que, si nuestro sistema de defensa ha respondido adecuadamente, se mantendrán positivos como recuerdo de la infección pasada (también llamada inmunidad adquirida) durante un tiempo aún por determinar.
Según la evolución natural de la infección, las pruebas a realizar serán distintas en función del momento en que las queramos determinar. Básicamente hay dos tipos:
1-. Las que detectan algún componente del virus: PCR y antígeno viral.
2-. Las que detectan la presencia de anticuerpos: test rápidos.
Pasamos a comentar brevemente en qué consisten cada una de ellas:
PCR
Se trata de una técnica propia de los laboratorios de biología molecular y por tanto, necesita personal y material especializado. Se detecta la presencia del material genético del virus en un exudado nasofaríngeo. Es la prueba diagnóstica de elección, sobre todo porque puede detectar la infección al inicio de la misma con una alta sensibilidad y especificidad, es decir, de una manera fiable.
Hace referencia a un test rápido (15-20 minutos) que se determina en exudado nasofaríngeo y que detecta una proteína propia de la superficie del virus. Estos test demostraron tener una sensibilidad y especificidad muy bajas durante la primera oleada de la pandemia, por lo que dejaron de usarse.
Pero en la actualidad, son varios los laboratorios que han conseguido obtener sensibilidades y especificidades superiores al 95 % para estos test rápidos, sobre todo en aquellos pacientes que muestran síntomas. En estos casos, un resultado positivo indica con una alta probabilidad una infección por el SARS-CoV-2. En pacientes asintomáticos, se aconseja que cualquier resultado negativo sea confirmado por PCR, sobre todo cuando la sospecha de posible infección sea alta, ya que esta última técnica es capaz de detectar una infección por SARS-CoV-2 cuando la carga viral todavía se mantiene baja.
Anticuerpos IgM e IgG
Actualmente los test de anticuerpos se realizan por medio de enzimoinmunoensayos automatizados o bien por medio de test rápidos, siendo estos últimos menos sensibles y poco o nada utilizados en los laboratorios de diagnóstico o análisis. Estos test se realizan en sangre (punción en el dedo) y van a poder diferenciarse ambos tipos de anticuerpos. Es importante realizarlos en el momento adecuado, ya que, si nuestro sistema de defensa aún no los ha producido, obviamente no vamos a poder detectarlos. La obtención de un resultado positivo para la IgM nos indicaría una infección activa, es decir, en ese momento estaremos pasando la enfermedad. Sin embargo, si la IgM es negativa, pero presentamos una IgG positiva, habremos pasado ya la enfermedad y estos anticuerpos IgG quedarán positivos por un tiempo aún por establecer, protegiéndonos de otra posible infección, aunque debemos decir que este es un tema controvertido que aún no ha sido debidamente demostrado.
Dra. Ana Fabregat farmacéutica, del Instituto Bernabeu.
MÁS INFORMACIÓN SOBRE NUESTRAS MÉDIDAS DE PROTECCIÓN Y DETECCIÓN DEL COVID EN EL SIGUIENTE ENLACE
¿Qué diferencias hay entre los test para detectar el coronavirus? ¿Qué es una PCR y un test rápido? Te lo explica el Dr. Rafael Bernabeu, Director Médico del Instituto Bernabeu, en este vídeo: