Útero Septo, qué es, cómo se diagnostica y su tratamiento
El útero, las trompas y la vagina (o al menos parte de ella) proceden de unas estructuras del embrión llamadas conductos de Müller. Éstos son dos formaciones tubulares que aparecen a ambos lados del cuerpo y que alrededor de la 10 semana se fusionan en la línea media.
Cuando llegan a las 20 semanas se ha tenido que reabsorber el tabique que separa a ambos conductos y es en este proceso cuando se forman los úteros septos como consecuencia de un fallo en la reabsorción que puede dar lugar a diversos tipos de septos o tabiques:
- Septo parcial: el septo no recorre toda la cavidad uterina por lo que encontramos comunicación entre ambas mitades.
- Septo completo, es decir, el septo llega hasta el orificio cervical interno dividiendo completamente la cavidad uterina en dos
Los septos no sólo pueden encontrarse en el útero, si no que, este defecto de reabsorción puede continuar y verse en el canal cervical e incluso a nivel vaginal.
Como estos conductos también participan en la formación de más órganos siempre que nos encontremos ante una malformación mülleriana hay que descartar malformaciones vaginales y renales.
Se trata de la anomalía mülleriana más frecuente con una incidencia que puede llegar al 2-3% de las mujeres, siendo mayor si nos centramos en mujeres con problemas de fertilidad.
Índice
¿Cómo se diagnostican los septos uterinos?
Las dos técnicas que mejor nos ayudan a diagnosticar si hay un septo uterino son la ecografía 3D y la resonancia magnética. Con ellas podemos ver no sólo si hay septo o no, si no si este es completo o parcial y su grosor de cara a una posible cirugía. También nos ayuda a distinguir los septos de los úteros didelfos y ver si el sistema renal tiene alguna malformación asociada.
Otra opción sería la realización de una histeroscopia diagnóstica que nos permite valorar la cavidad y la posible cirugía posterior, pero tiene el inconveniente de que no nos deja ver el contorno uterino y, por ello, podríamos confundir un útero septo con uno bicorne o con uno didelfo.
¿Qué síntomas puede producir el útero septo?
En el día a día las pacientes con septos no suelen tener síntomas, como podrían ser el dolor con la menstruación, la hipermenorrea o el sangrado abundante. Sí que se han relacionado con aumento de complicaciones obstétricas y reproductivas, sobre todo los septos completos como, por ejemplo:
- Aumento de tasa de aborto tanto del primero como del segundo trimestre.
- Malposiciones fetales.
- Aumento del porcentaje de cesárea debido a esas malposiciones.
- Mayor riesgo de parto pretérmino.
- Alteraciones de la placentación que pueden conllevar a la aparición de crecimiento intrauterino retardado (CIR) y a abruptio placentae.
En el caso del útero septo parcial estas complicaciones, si bien también pueden aparecer, su relación no siempre es tan importante. Cabe mencionar a parte el útero subsepto o arcuato, en el que estas asociaciones no aparecen y hoy en día, las últimas clasificaciones de malformaciones müllerianas lo dan como variante de la normalidad, si bien, cada una tiene distintos criterios para definirlo.
¿Por qué se producen estas complicaciones cuándo se diagnostica útero septo?
Se cree que son debidas a múltiples causas:
- Alteración en la vascularización del endometrio
- Distorsión de la cavidad uterina y disminución de su volumen
- Alteraciones de la contractilidad y distensibilidad
Hay que señalar que una mujer con un septo puede quedarse embarazada y dar a luz sin sufrir estas consecuencias, por eso aún hay debate sobre si TODOS los septos deberían operarse o no. Como siempre lo importantes es INDIVIDUALIZAR cada caso, no hay una única solución para todas las personas.
¿Cuál es el tratamiento para el útero septo?
El único tratamiento corrector es la septoplastia, es decir, eliminar el septo con un procedimiento llamado histeroscopia. Se ha visto que la eliminación del septo puede reducir el riesgo de aborto y de malposición fetal, por ello estaría indicado en pacientes con historia de pérdida gestacional recurrente o historia previa de complicaciones obstétricas por posición fetal. Lo que no se ha demostrado que mejore es la tasa de implantación por lo que, como ya hemos dicho, hay que individualizar cada caso ya que toda intervención tiene sus complicaciones potenciales.
Dra. María Martínez, ginecóloga de Instituto Bernabeu