Congelación de embriones. Criotransferencia
La congelación de embriones mediante vitrificación, nos permite su criopreservación en óptimas condiciones para poder contar con ellos en futuras transferencias y conseguir el embarazo.
¿Por qué congelar embriones?
La congelación de embriones es la manera de preservar los embriones resultado de un tratamiento de fecundación in vitro, bien porque una vez realizada la transferencia tenemos embriones sobrantes de buena calidad o bien porque por diversos motivos sea necesario o aconsejable realizar la transferencia en otro momento.
La congelación de embriones permite optimizar el tratamiento aumentando la tasa de embarazo por punción (con un único ciclo de estimulación ovárica podemos transferir embriones en más de una ocasión), además de contribuir a reducir el embarazo múltiple, en la medida en la que la disponibilidad de embriones para congelar facilita la decisión de transferir menos embriones.
¿Cómo se congelan los embriones?
Para criopreservar los embriones es necesario someterlos a muy bajas temperaturas y para ello se utiliza nitrógeno líquido que alcanza los -196ºC. A estas temperaturas se detiene cualquier actividad biológica, manteniendo intacta su fisiología. Sin embargo, durante la congelación se pueden formar cristales de hielo que pueden dañar las células. Para evitarlo y preservar las muestras indefinidamente se utilizan crioprotectores, que son sustancias que actúan del mismo modo que un anticongelante. Estos embriones se identifican adecuadamente mediante un código y se almacenan congelados en tanques de nitrógeno registrando su ubicación para facilitar su localización.
En Instituto Bernabeu, cada paciente tiene sus embriones dispuestos en una localización exclusiva en los tanques de criocustodia, que no es compartida con otras muestras o pacientes, de manera que se les salvaguarda de posibles contaminaciones cruzadas o menoscabos.
¿Qué es la vitrificación embrionaria?
La vitrificación es una técnica de congelación ultrarrápida que se basa en el uso de concentraciones muy altas de crioprotector y velocidades de enfriamiento extremadamente elevadas, que evitan la formación de cristales de hielo. La incorporación de esta estrategia de criopreservación de embriones como técnica de rutina en los laboratorios ha contribuido a mejorar los resultados enormemente respecto a otras técnicas empleadas tradicionalmente, permitiendo alcanzar tasas de supervivencia del 90%.
¿Qué diferencia hay entre transferir embriones frescos o congelados?
La eficacia de la criotransferencia embrionaria ha mejorado notablemente en los últimos años. Aunque los resultados obtenidos transfiriendo embriones congelados son algo inferiores a los obtenidos con embriones en fresco, estas diferencias son cada vez menores debido a los avances en las técnicas de congelación. Por otro lado, la congelación de embriones no está asociada con un mayor riesgo de malformaciones o complicaciones en el embarazo comparado con la población general.
¿En qué consiste el tratamiento con los embriones congelados? ¿Cómo se programa la criotransferencia «CT»?
El tratamiento con los embriones congelados es simple, cómodo y económico. No precisa de inyecciones diarias ni de múltiples controles ecográficos. No es necesario someterse a procedimientos que precisen sedación y los efectos secundarios son nulos en la inmensa mayoría de los casos, puesto que los niveles hormonales durante la preparación van a ser muy parecidos a los de un ciclo normal.
El tratamiento se basa en preparar el útero para que se encuentre receptivo en el momento de descongelar y transferir los embriones criopreservados.
Los dos métodos de preparación endometrial más usados son el ciclo artificial (con tratamiento hormonal) y el ciclo natural. Ambos tratamientos tienen los mismos resultados reproductivos y su médico le recomendará cuál el más apropiado según su historial médico.
Transferencia de embriones congelados en ciclo artificial o sustituido
El ciclo artificial se inicia con la menstruación y se basa en la administración de estrógenos vía oral o transdérmica (en forma de parches o de gel) durante un periodo de unas dos semanas antes de la transferencia. En ocasiones, su Doctor puede indicarle además la administración de una inyección única previo al inicio del tratamiento. Una vez comprobada una adecuada respuesta al tratamiento se añadirán óvulos de progesterona vaginal (en algunas ocasiones también subcutánea) y tendrá lugar la criotransferencia tras la exposición uterina a la progesterona el número de días equivalente a los del desarrollo del embrión que vamos a utilizar. El día de la criotransferencia o los días previos se realizará una analítica para comprobar los niveles de progesterona en sangre. Generalmente la medicación se mantendrá hasta la semana 10-12 de embarazo.
Transferencia de embriones congelados en ciclo natural
La preparación del endometrio en el ciclo natural se consigue a través de las hormonas (estrógenos y progesterona) producidas por el folículo ovárico en crecimiento, por este motivo para realizar este tratamiento es fundamental tener ciclos menstruales regulares. Será necesario monitorizar el ciclo ovárico mediante una o varias ecografías hasta que se detecte el folículo que va a ovular. La ovulación se provoca con una inyección única de HCG. La criotransferencia tiene lugar una semana después de la ovulación. Como tratamiento de soporte, se añadirá desde los días previos a la criotransferencia, óvulos de progesterona vaginal a dosis bajas que se mantendrán durante el primer trimestre. Este tratamiento tiene la ventaja de apenas llevar medicación.
La técnica de la transferencia embrionaria es idéntica a la utilizada para los embriones frescos no precisando una preparación distinta o molestias adicionales. Las recomendaciones posteriores son también idénticas debiendo continuar con el tratamiento individualizado cuanto menos hasta la realización del test de embarazo.
¿Cuáles son las posibilidades de éxito de conseguir el embarazo con embriones congelados?
En los últimos años con la introducción de las técnicas de vitrificación las tasas de supervivencia embrionaria y embarazo han mejorado de forma considerable superando las previsiones más optimistas.
Hay que tener en cuenta que las posibilidades de conseguir el embarazo en fertilización in Vitro varían considerablemente en función del tipo de tratamiento y de las características de la pareja (edad, causa de esterilidad, etc.) por lo que las tasas de éxito tienen que ser individualizadas para cada caso.
La probabilidad de éxito es ligeramente inferior a la obtenida con embriones frescos, pero es necesario considerar que se trata de una probabilidad considerable con un esfuerzo mínimo desde el punto de vista de la complejidad del tratamiento y de los costes.
Una vez embarazada ¿habrá que tener un cuidado especial? ¿Existirá algún riesgo para el futuro bebé?
Los datos obtenidos de los embarazos y niños nacidos después de tratamientos con embriones congelados no han evidenciado diferencia alguna con respecto a los embriones transferidos sin criopreservación previa.
Por lo tanto, la evidencia científica es totalmente tranquilizadora para la realización de este tratamiento.