Ovodonación, tratamiento FIV con óvulos donados

¿El bebé se parecerá a mí por ovodonación?

«Para las parejas que pensaron que todas las puertas se cerraron».

Cuando mi marido y yo pensamos en tener un hijo, nunca imaginamos que podría resultar tan complicado y nos decepcionamos. Cuando nos hablaron de ovodonación el mundo se nos vino encima y pensamos que jamás podríamos asimilar ese paso.

Fueron tres la sesiones que necesité con Natalia para comprender que nunca puedes decir «de esa agua no beberé» porque entre su saber escuchar, sus palabras y la lectura de información, me di cuenta de que hay alguien ahí fuera que, gracias a la donación de una celulita, hará posible que nuestro deseo de ser padres se haga realidad. Y es que, de verdad, cuando comprendes que no es más que eso, una ayuda, todo cambia en nosotras y somos capaces de comprender que quienes vamos a desarrollar esa célula, a darle vida y quererla desde el minuto «cero», somo nosotras, Le haremos crecer y le daremos nuestro amor incondicional. Y cuando nazca nos va a dar igual lo que los demás digan de a quién se parece porque fuimos nosotras las que le dimos la vida…

Mi consejo es que os centréis en lo positivo, en cual es vuestra meta y dejéis de mirar hacia los lados porque lo más importante es que sepáis qué buscáis y vayáis a por ello. Vivimos en una sociedad llena de prejuicios, pero como siempre, y más en este caso, sólo nosotros somos los dueños de las decisiones que tomemos.

No sois las únicas que pasáis por esto, solicitad ayuda para asumirlo (Natalia, la psicóloga, para mí fue un pilar muy importante) porque no os voy a negar que al principio puede ser muy duro. Sin embargo, en el momento en que lo veáis normal, todo cambia.

¿Me arrepentiré? ¿o quizás lo rechazaré?

Buenos días Natalia,

¡Contarte que seguimos embarazados! Ahora de 6 semanas y 4 días.

Estamos súper contentos, podrás imaginarte.

Tenía miedo a la visita del lunes por si, aunque sí me encontraba rara (y no parecía que fuese sólo efecto de la medicación), el resultado no era el deseado. También es cierto que me vinieron bien tus palabras cuando me dijiste que tenía que mantener la calma; así lo hice.
Rara digo porque el cuerpo ya me ha cambiado, poco a poco, pero sí.

Por otro lado, quería comentarte un poco como me siento, porque mirando atrás, me sorprenden las dudas que pude llegar a tener ¿se parecerá a mí? ¿lo rechazaré? y que al principio me hacían estar un poco reticente a la ovodonación; entiendo que sería porque tenía que pasar un proceso… Después de la entrevista que tuvimos y de empezar el proceso, se disiparon los miedos… y es que tras la transferencia y el positivo, no puedo sentirlo más mío. Es una sensación muy especial.

Muchas gracias por todo y espero que las próximas comunicaciones sean para contarte cómo voy evolucionando.

¡Un abrazo!

¿Conseguiría generar el vínculo madre hijo con ovodonación?

Tenía 23 años cuando me descubrieron un endometrioma en los ovarios.

Mi pregunta fue muy clara… – ¿podré tener hijos?

-Eres muy joven, hay tiempo… me dijeron.

Pero el tiempo pasa muy rápido… cuando me di cuenta ya no tenía 23 años sino 35, mi marido y yo habíamos pasado los últimos 10 años viajando por placer y asegurándonos un buen futuro antes de tener hijos, algo de lo que nos arrepentiríamos más tarde.

Lo intentamos de manera natural durante dos años y fue entonces cuando al no quedarme embarazada comenzó la pesadilla…

Citas médicas y pruebas interminables con mal diagnóstico pues mis óvulos no parecían de buena calidad.

Tras varios fracasos pasamos de la Sanidad pública a la privada, todos nuestros ahorros invertidos en ello y lo que es peor, nuestro tiempo, nuestra vida, nuestros mejores años.

Como decía el tiempo pasa muy rápido y con 39 años tras muchos intentos tuve mi primer embarazo que terminó en aborto bioquímico a las pocas semanas y después vendría otro más que confirmaba la mala calidad de mis óvulos.

La ovodonación nunca fue una opción, luchamos hasta el final para conseguir un embarazo con óvulos propios, pero fue una guerra perdida desde el principio… yo no quería asumir que se había terminado y creo que mi marido tampoco.

Tras muchas transferencias fallidas tenía que pasar por lo que llaman «duelo genético» y decidir si no tener hijos o darme una oportunidad con lo que la ciencia ha conseguido a día de hoy para casos como el mío.

Y me lancé, pero incluso ya dentro de la ovodonación me surgieron nuevos problemas pues un estudio inmunológico no salió favorable y encontrar a mi ovodonante idónea no fue tarea fácil.

Estuve a punto de tirar la toalla, no podía más, no me quedaban fuerzas, incluso habiendo aceptado la ovodonación todo se volvía a torcer…

¡¡¡¡¡¡¡¡Con la ayuda de todos los que me quieren y los profesionales de la clínica aguanté y tras hacerme la primera transferencia ESTABA EMBARAZADA!!!!!!!!

Y esta vez parecía que el embarazo seguía adelante día a día, mes a mes…

Tenía dudas de si conseguiría el vínculo madre-hijo con esa criatura que surgió de un óvulo donado por alguien altruista pero que sin mi «horno» tampoco sería posible…

Mi niña ahora tiene 3 meses, ha nacido en medio de una pandemia por si fueran pocas las guerras ya libradas y puedo decir desde lo más profundo de mi alma que el vínculo que me daba miedo no conseguir no sólo por supuesto existe, sino que me aterra pues es tan grande el amor que siento por ella que ya no imagino una vida como la de antes.

Ella es la luz que ilumina mi camino, su risa es mi risa, su llanto es el mío y su vida da sentido a mi existencia, nunca he sentido un amor tan puro, tan inmenso, y eso que yo no tenía instinto maternal, quería ser madre pero no me llamaban la atención los bebés… ella ha sacado todos mis instintos de madre, y digo de MADRE, sí, porque nunca más volvieron las dudas ni tengo tiempo para pensar en si ella vino de un óvulo mío o de otra mujer, ella es MI HIJA, mi niña, mi Todo y eso nada puede quitármelo porque los 9 meses dentro de mí y cada día que despierto a su lado hacen que olvide todos los años de sufrimiento.

Volvería al campo de batalla una y mil veces para ver su sonrisa un solo segundo.

Fuerza y sobre todo AMOR a vosotras mismas, nosotras movemos el mundo.

Nuestra experiencia con la ovodonación

A nuestros pequeños, de mamá y papá:

Por fin estáis aquí, sólo papá y mamá saben el largo camino que ha sido poder veros nacer, y ahora sólo eso es lo que importa.

Nada fue como papá y yo lo habíamos imaginado, costó mucho, pero mucho, que vuestros corazoncitos latieran dentro de mamá.

Tuvimos que intentarlo muchas veces, y buscaros con mucha fuerza, porque para los dos, y sobre todo para mamá, fue bastante difícil, pero sabía que teníais que llegar, así que, con mucho esfuerzo, paciencia, y hadas madrinas, llegó el día en que por fin recibíamos la noticia de que íbamos a ser vuestros papás.

Desde el principio algo quiso que estuvierais protegidos como el más valioso de los tesoros. Los primeros meses en la barriguita de mamá no fueron fáciles, estuvisteis cerca de iros varias veces, pero, el deseo tan fuerte de que estuviéramos los cuatro juntos, os hizo aguantar como campeones. Cuando todo parecía volver a la normalidad, de repente un virus malo volvió a hacer que tuviéramos que estar en casa protegiéndonos, haciéndoos crecer a salvo, aunque sin poder tener cerca las caricias de muchas personas que ya os querían antes de conoceros, las abuelas, los abuelos, todas las tías y tíos y primos… pero no os preocupéis, todos estarán pronto cerca, papá y mamá les fueron contando cómo crecíais aún dentro de la barriguita, que cada día era más y más grande.

Mamá os acariciaba todo el día, os ponía música, os bailaba… y papá salía cada día a trabajar para que no os faltara de nada, y le traía a mamá cosas ricas para que crecierais grandes y fuertes. Cuando él os saludaba en la barriga os estabais quietos para gastarle bromas, pero mamá sabía que todo el día os estabais moviendo.

¡Ya quedaba muy poquito para veros, y mamá cada día se movía peor, pero estábamos muy contentos de que estuvierais aguantando para nacer fuertes y grandes!

¡¡Finalmente llegó el día!! Aguantasteis como dos campeones hasta el final, cuando fuimos al Hospital para por fin conoceros.

Tuvimos la gran suerte de que la tía pudiera acompañar a mamá en el momento que os sacaban de la barriga unos Doctores fabulosos, y mientras, papá os esperaba fuera con los brazos abiertos.

Todo fue fenomenal, y en poquito tiempo os teníamos a los dos con nosotros, para siempre.

Superas el miedo de la ovodonación

Gracias al equipo de Instituto Bernabeu, conseguimos tener a nuestra hija, todos nos trataron de forma inmejorable e indescriptible, fue un camino cargado de dificultades: tras varios abortos, proceso FIV, amenaza de aborto por sangrado tras positivo… llegamos a tocar fondo y recurrimos a la ayuda del apoyo emocional que ponen a tu disposición para poder sobrellevarlo porque a pesar de conseguir el embarazo parecíamos incapaces de disfrutarlo; con el trabajo con ellos conseguí cambiar el chip, dejar a un lado los miedos, nervios, incertidumbres, … y por fin conseguimos poder disfrutar el embarazo como se merece cualquier pareja.

Ahora hemos decidido volver a repetir experiencia, sin dudar de nuevo en ponernos en manos de ellos, de nuevo con diversos problemas y dificultades, así que cuando me iba a someter al proceso, no dudé en volver a acudir al apoyo emocional porque sentía que me volvía a superar la situación, amenazando de nuevo los miedos que una vez me hicieron tambalearme, aunque esta vez fue mucho más rápido y fácil quizá por el trabajo que ya habíamos hecho antes y se había quedado ahí almacenado en alguna parte de mí, haciendo que afrontara este nuevo tratamiento con serenidad prácticamente desde el primer momento; finalmente estamos cerca de las 12 semanas de embarazo y no tengo palabras suficientes de agradecimiento para todo el equipo, han hecho posible que podamos construir la familia que anhelábamos.

GRACIAS

No me arrepiento de la ovodonación, pero se necesita mucho apoyo

Soy paciente del Instituto Bernabéu y quería compartir mi experiencia.

Pasé por varias clínicas y hospitales que no supieron tratarme.

Llegué aquí gracias a una gran persona que me recomendó y me dijo que aquí estaban los mejores profesionales. Y la verdad es que no se equivocaba.

He pasado por mucho durante este camino, llegué aquí hundida por todo lo que había vivido y vosotros me habéis dado muchas opciones que nadie me había dado. La verdad es que el trato recibido por vuestra parte y el apoyo que recibí fue lo que me ayudo a no tirar la toalla.

Y cuando crees que ya no tienes ninguna opción aparece una nueva oportunidad de cumplir tu sueño y es la ovodonación. Fue un duro momento y sin la ayuda de la psicóloga no habría sido capaz de llevarlo a cabo. Ha sido la mejor ayuda recibida por que nadie me entendía, nadie me podía ayudar a poner en orden toda esa carga que llevaba a cuestas. Y ayudarme a superar los miedos.

Es un largo camino el de la infertilidad y se necesita de mucho apoyo por parte de los profesionales.

Gracias a Leticia y Natalia por ser los dos pilares que no me han dejado caer.