Seleccionados II Concurso de Fotografía con motivo del Mes del Cáncer ginecológico #SentirQueMeQuieres
En ocasión del mes del cáncer ginecológico, Instituto Bernabeu a través de su Fundación de Obra Social Rafael Bernabeu, convoca la II edición de concurso de fotografía bajo la temática de la mujer, su cuerpo, salud y enfermedad.
Con esta fotografía quiero dignificar a la mujer que está pasando por el proceso del cáncer.
Mostrar su cuerpo con naturalidad, sin artificios ni máscaras.
Mostrar la belleza que tiene el rostro de una mujer que lucha por curarse y la fuerza de quien se agarra a la vida con ilusión.
Paciencia, serenidad y confianza, factores imprescindibles contra la enfermedad
El amor incondicional hacia la mujer, es la mejor ayuda contra la enfermedad
Lo que sé, lo que estoy aprendiendo y lo que sabré…las edades de la mujer
Lucha siempre, llora y grita, pero sobretodo lucha, porque todos tenemos un lado vulnerable pero invencible sin duda,
agarra bien esa fuerza que sin saber tienes y sacudela de frente con todos los muros que vengan.
Nada ni nadie podrá contigo.
El cuello, el pelo, la calle.Una última mirada antes de la quimio y otras muchas que vendrán después del exterior.
Contrastes. Ahora: sana que enferma. Mañana: enferma que sana. Apariencia.
Después… ¿qué será después? De mi cuello, de mi pelo, de mi ser, ¿qué será después? ¿De la calle?
La calle ya no importa, solo ser es lo que importa. Solo ser es lo que importa.
Ahora lo sé.
La mano con el billete. De viaje. Voy y vuelvo de la quimio.
Mis brazos cruzados señalan la dirección de los distintos momentos.
En medio, el tiempo. Lo llevo, pero ya no lo poseo.
Todo se apoya en un equipaje ligero que descansa en mis rodillas.
Ellas son mi fuerza para ir y venir.
Pero lo que aprieto con fuerza es el billete, porque mientras lo tenga en la mano hay esperanza.
Sólo así voy y vuelvo. Sólo así me voy curando.
Mi hija, Paloma, odia las selfies, estábamos de vacaciones y la ’agarré’.
Aunque estés en pleno proceso de quimios y no te sientas al 100; también hay días felices…
Amorterapia.
Quizá no sea muy atractiva estéticamente pero simboliza mucho para mí porque fue en uno de los momentos más delicados de la enfermedad,
uno de esos días que cuesta levantarse de la cama y ahí estaba mi hijo de 4 años para hacerme compañía y darme su amor incondicional.
Otro día más en el ring.
Fue un momento de celebración, cada día que pasa es un motivo de festejo.