Que comer (o no) para que tu hijo nazca sano
“Somos lo que comemos”. Esta máxima de los clásicos es especialmente importante desde que iniciamos a buscar el embarazo y durante los 9 meses de gestación, porque la calidad y la inclusión o no de algunos nutrientes en nuestra dieta es clave para el correcto desarrollo de su organismo.
DEBES INCLUIR EN TU DIETA
- Todo lo que necesita nuestro hijo lo toma de nuestra sangre que a su vez se nutre de lo que ingerimos. Este periodo no entiende de dietas para adelgazar: retoma los carbohidratos que os aportarán energía, tanto cereales integrales, que te ayudarán a combatir el estreñimiento por la fibra que contienen, como los “blancos” que te ayudarán a absorber el hierro y el calcio.
- Las proteínas que necesita tu cuerpo durante el embarazo aumentan hasta 60 g diarios. No olvides incluir en tu dieta carnes de pollo, vacuno, cordero, etc. Recuerda que las proteínas no sólo están presentes en la carne. Una fuente muy saludable de proteínas las encontrarás en las legumbres (Te aportarán hierro, potasio, magnesio, zinc e incluso calcio). aademás las proteínas vegetales tienen una ventaja frente a las de las animales: generan menos residuos metabólicos, por lo que saturan menos el hígado y los riñones y ayudan a regular el colesterol. También está presente en los huevos (Estudios aseguran que comer huevo durante el embarazo favorece el desarrollo del cerebro y la memoria del bebé).
- Pescado que además de ser también una fuente de proteínas, te aportarán minerales. El selenio con el pescado blanco (merluza, lubina, bacalao…) y mayor proporción de ácidos grasos omega 3 -vitales para el desarrollo de su vista y cerebro- que encontrarás en los pescados azules (boquerón, sardina, etc). Recuerda cocer siempre el marisco y el pescado: nunca lo tomes crudo.
- No te canses de los lácteos: El calcio y otros nutrientes que os aportarán son imprescindibles para la formación de sus huesos y si no los ingieres tú, tu cuerpo lo obtendrá de las reservas que ha almacenado en tus huesos lo que te debilitará en un futuro. (Osteoporosis, problemas dentales, etc.) Evita los productos desnatados, porque aunque contengan la misma cantidad de calcio, le faltan vitaminas solubles: A,D,E y K. La vitamina A es necesaria para la formación de su piel y su sistema inmunológico. Recuerda no tomar leche “cruda” directamente del animal, asegurate de que ha sido controlada (pasteurizada, esterilizada o UHT)
- Las frutas y verduras te aportarán gran variedad de micronutrientes; vitaminas y minerales imprescindibles para el correcto desarrollo del bebé. También te ayudarán a combatir el estreñimiento. Recuerda lavar a conciencia las frutas y verduras antes de comerlas porque pueden contener toxoplasma e insecticidas.
SI ESTÁS EMBARAZADA DEBES EVITAR
- La cafeína por que puede provocar bajo peso al nacer o aborto. Si no te es posible, no superes las dos tazas de expresso. Recuerda que la cafeína también está presente en el té, las bebidas de cola y algunas energéticas y gaseosas.
- La carne cruda o poco cocinada. Puede provocar toxoplasmosis.
- Alimentos de tipo “fast food” y dulces industriales por contener grasas “no saludables”.
- Pescado crudo porque pueden contener larvas de anisakis a no ser que lo hayas mantenido en el congelador durante al menos 5 días.
- Huevos poco hechos o cremas y mayonesas caseras por riesgo de salmonelosis.
- Quesos blandos no pasteurizados como el camembert, brie, roquefort, gorgonzola o cabrales, porque pueden contener una bacteria –listeria- que sería perjudicial para el bebé. Esta bacteria también se puede encontrar en las carnes de aves de corral “listas para comer”. La listeriosis es parecida a una gripe suave para la madre, pero muy grave para el bebé.
- El alcohol: El feto elimina el alcohol más lentamente que los adultos y su concentración en sangre es mayor que en la madre. Lo que puede dañar las células cerebrales y la nutrición de sus órganos. Afecta al pronóstico de la gestación, provocando malformaciones fetales y alteraciones en su desarrollo orgánico (vista, oído, corazón, sistema hepático, …) y afectando a la posterior inteligencia y comportamiento del niño.
- Evita la automedicación. No tomes ningún medicamento sin consultar con tu ginecólogo.
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