Diagnóstico y tratamiento de los miomas uterinos
Los miomas uterinos son unos de los tumores benignos más frecuentes de la mujer.
Además, se detectan precisamente en edades donde la mujer se supone fértil y busca el embarazo.
Si una mujer con algún mioma pequeño queda embarazada con facilidad y el embarazo se desarrolla con normalidad, es la situación ideal, pero no siempre ocurre así.
Todos sabemos ya que los problemas de fertilidad en una pareja la mayoría de las veces no tienen una causa claramente identificada y se comparte sospecha de que varios motivos pueden influir en no quedar embarazada o que un embarazo inicial no vaya adelante.
Es por ello que debemos conocer muy bien cómo los miomas en el útero de la mujer pueden afectar a su fertilidad.
Diagnóstico
El diagnóstico inicial de los miomas se suele realizar por la ecografía rutinaria que incluyen las revisiones ginecológicas habituales. En otras ocasiones, síntomas de sangrado no esperado, reglas abundantes, dolor abdominal, etc., pueden hacernos sospechar su presencia.
Precisamente para completar el diagnóstico y realizar un adecuado seguimiento, una buena preparación antes de una cirugía y el resultado tras una miomectomía, la ecografía 2D y 3D es de gran utilidad e imprescindible en nuestro trabajo diario. Para ello contamos con los más avanzados ecógrafos.
La histeroscopia diagnóstica será también imprescindible para la evaluación directa de la afectación de la cavidad endometrial por parte de los miomas y nos ayudará a decidir si hay que intervenir el mioma y cuál debe ser la vía de acceso, vaginal o abdominal.
Combinando ambas exploraciones llegaremos a clasificar los miomas.
Clasificación de los miomas uterinos
Existen fundamentalmente 3 tipos de miomas según su localización:
- Subserosos: los que están en la cara externa del útero.
- Intramurales: los que ocupan el espesor de la pared del útero.
- Submucosos: los que están justo por debajo del endometrio, que es la capa de tejido que recubre el interior del útero y donde debe implantar el embrión.
Además, los miomas pueden ser de diferentes tamaños, desde menores de 1 centímetro, hasta grandes miomas de más de 10 centímetros. Incluso pueden ser miomas únicos o múltiples.
Todo ello hace que debamos interpretar con mucha precisión cuáles de ellos son los que entorpecen un embarazo con éxito y cuáles no. ¿Qué importancia tiene esto? Es sencillo de entender: hay que decidir si tratar o no tratar.
Tratamiento de los miomas del útero
Tradicionalmente el tratamiento de los miomas es la miomectomía:
Cualquiera de las técnicas no están exentas de efectos contrarios a lo que deseamos. Pues una vez quitado el o los miomas, el lugar donde se encontraba debe cicatrizar bien. Sin provocar adherencias o debilidad en la pared del útero.
El consenso actual seguiría las siguientes directrices:
- Los miomas submucosos deben ser intervenidos por su clara implicación en disminuir las posibilidades de implantación embrionaria, tengan el tamaño que tengan. La técnica: Histeroscopia Quirúrgica.
- Los miomas subserosos no deben ser intervenidos a no ser que el tamaño o la posición sugieran una afectación seria del útero o problemas importantes a la hora de un embarazo y parto. La técnica: Miomectomía Laparoscópica.
- Los miomas intramurales son los que más debate pueden generar en su abordaje e indicación. En los diferentes trabajos científicos que se realizan al respecto hay resultados contradictorios y establecer una pauta estricta parece más que atrevido, pero parece más que razonable evaluar a través de una histeroscopia diagnóstica si la cavidad endometrial se ve afectada por la presencia del mioma y sólo en ese caso valorar la intervención, sobre todo si se asocia a fallo implantatorio o abortos de repetición.
Finalmente, no está de más mencionar el especial cuidado, técnica y delicadeza en los actos quirúrgicos y control postoperatorio para obtener los mejores resultados en términos de útero óptimo para albergar un embarazo saludable.
Actualmente en la comunidad científica se trabaja y también contemplamos la posibilidad de tratamientos médicos orales para reducir el tamaño de los miomas y evitar cirugías antes de la gestación. Otro tipo de tratamientos, como la embolización de las arterias uterinas, se reservan para pacientes sin deseo reproductivo debido a los posibles efectos adversos de la técnica.
Además hay que tener en cuenta que no es lo mismo una pareja que no quede gestante, o una pareja que tenga abortos de repetición. Hemos de ofrecerles una interpretación y asesoramiento personalizado de su caso.
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