Cirugía en genitales externos femeninos
Índice
Partes del aparato genital femenino
Los genitales externos femeninos o vulva están formados por:
- Meato urinario.
- Orificio vaginal.
- Vestíbulo o antesala al orificio vaginal.
- Clítoris.
- Labios menores o ninfas.
- Labios mayores.
- Himen.
- Glándulas de Bartholino.
La patología que puede afectar a la vulva y por tanto precisar de cirugía, se puede dividir en 3 grupos:
- Defectos anatómicos congénitos.
- Patología adquirida.
- Secundaria a agresiones.
Defectos anatómicos congénitos
Dentro de los defectos anatómicos congénitos destacan:
Adherencias labiales
Se produce la fusión de los labios menores en la línea media. Se recomienda el tratamiento quirúrgico en el caso de que interfiera con la micción o la menstruación.
Himen imperforado
El himen está formado por una membrana sólida sin orificio. Se produce una acumulación de secreciones y en la adolescencia va a determinar la falta de la primera menstruación o amenorrea primaria junto con dolor abdominal bajo recurrente, por la acumulación de sangre menstrual.
Tabique vaginal transverso o longitudinal
Hipertrofia de clítoris
Secundario a una virilización por aumento de andrógenos.
Labioplastia o reducción de Ninfas
Probablemente sea una de las intervenciones más demandadas por la mujer en la actualidad. Los labios menores pueden aumentar de una forma importante, tanto genéticamente como facilitado por el embarazo y la menopausia. Además los nuevos hábitos de vida, como la depilación, el uso de ropa interior tipo tangas, el uso de pantalones y mallas más ajustados y con la cintura más baja así como la práctica de deportes como el ciclismo y el spinning, hacen que estos labios menores hipertróficos produzcan incomodidad, molestias con las relaciones sexuales o simplemente complejo. La intervención es sencilla, breve, con un postoperatorio poco molesto y se realiza bajo sedación. Los resultados estéticos son muy satisfactorios para las pacientes.
Defectos anatómicos adquiridos
Dentro de la patología adquirida destacan:
Quistes y abscesos de Bartholino
Estas glándulas están situadas al inicio de la vagina y su función es producir moco para la lubricación vaginal. Si su conducto de salida se obstruye, el moco se acumula y forma un quiste, asintomático e indoloroso. Si este quiste se infecta, se producirá un absceso, con importante dolor, enrojecimiento y fiebre, requiriendo de un drenaje quirúrgico.
Rotura del himen
Puede producirse accidentalmente, tras caídas a horcajadas, o generalmente tras las relaciones sexuales. En algunas culturas esto puede suponer un problema para el normal desarrollo de la vida de la mujer, poder contraer matrimonio y llevar una vida normal, por lo que en estas ocasiones se realiza una reconstrucción himeneal.
Condilomas vulvares
Los condilomas son secundarios a la infección por el virus del papiloma humano (VPH), transmitido por contacto directo durante las relaciones sexuales. Los serotipos de VPH más frecuentemente implicados son el 6 y 11. El tratamiento suele hacerse con preparados tópicos (imiquimod, podofilino) y en casos más severos o resistentes al tratamiento anterior, con láser.
Patología vulvar secundaria a agresiones
La patología vulvar secundaria a agresiones la dividimos en:
Desgarros vaginales, perineales o himeneales
Se producen en las agresiones sexuales a niñas o adolescentes, y que van a precisar de un tratamiento quirúrgico corrector.
Desgarros vaginales
Ocurren en el transcurso de las relaciones sexuales, bien fortuitamente o bien por el uso de juguetes sexuales. Suele asociarse a una hemorragia importante que va a precisar de sutura quirúrgica.
Mutilación genital
Se practica en muchos países africanos, algunos de Asia y Oriente Medio y en otros tantos accidentales donde han emigrado estas niñas. Se realiza por motivos culturales y religiosos, con el objetivo de que la mujer llegue más pura al matrimonio y que no pueda sentir placer sexual. Puede producir infecciones, hemorragias, intenso dolor, deformidades a nivel de la vulva, además de traumas psicológicos. Puede incluir desde la amputación del prepucio o capuchón del clítoris hasta la exéresis de los labios menores y mayores. Va a precisar en muchos casos de cirugía correctora para poder llevar una vida sexual digna, aunque sin duda lo más importante es evitar estas prácticas inmorales.
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