No me quedo embarazada; ¿Por qué? ¿Qué puedo hacer?
Cuando el embarazo no llega después de un año o más tiempo buscándolo es el momento de ponerse en manos de profesionales.
Posibles causas:
Antecedentes familiares o enfermedades asociadas
Si tenemos antecedentes familiares o problemas médicos asociados, debemos de confiar cuanto antes en especialistas y no retrasar la consulta de fertilidad más allá de 6 meses si no hemos conseguido quedar embarazadas.
Edad
La edad hoy en día es uno de los factores que más afecta a la fertilidad. El ritmo de vida actual obliga a muchas mujeres a retrasar la maternidad y a buscar el momento más adecuado, que muchas veces coincide con el declive de su fertilidad. Si se tienen más de 35 años, no se debe esperar más de medio año para realizar un estudio de fertilidad. (Conocer más sobre los riesgos de demorar en el tiempo la búsqueda de embarazo)
Endometriosis
En caso de padecer endometriosis tampoco hay que demorarse y es recomendable acudir a una clínica de fertilidad especializada en pacientes con esta patología porque mejorará el pronóstico.
Ciclos menstruales irregulares
Es el mismo supuesto si se empieza a tener ciclos irregulares que pueden ser sospecha de menopausia precoz o baja reserva ovárica. Confiar en ginecólogos especializados puede ayudar a optimizar la calidad de los óvulos.
Problemas endocrinológicos o alteraciones de peso
En pacientes con antecedentes endocrinológicos tales como obesidad, tiroides, ovario poliquístico o peso insuficiente, es aconsejable abordar la búsqueda del embarazo con la ayuda de una clínica de fertilidad que cuente con una unidad de endocrinología que permita coordinar los tratamientos de fertilidad con las necesidades endocrinológicas de los pacientes.
Pareja con lazos familiares
La consanguineidad con la pareja también puede afectar si no llega el embarazo. Este tipo de parejas siempre debe de contar con consejo genético. Es un factor igual de importante si se padece alguna alteración genética, como por ejemplo la fibrosis quística, porque podría afectar a la salud del futuro hijo.
Enfermedades vinculadas a infertilidad
Si se han padecido diferentes enfermedades (paperas en el hombre, enfermedades de transmisión sexual etc.) también pueden ser las causantes. Patologías en el útero o en las trompas, o en el caso del hombre, patologías andrológicas también pueden ser el motivo.
Tóxicos
La exposición a tóxicos (tabaco, alcohol, drogas, sustancias nocivas en el entorno…) son otra de las causas que llegan a impedir el embarazo.
No retrasar la consulta de fertilidad
Si se padece una patología como las anteriormente descritas o ha transcurrido más de un año desde el inicio de la búsqueda de embarazo sin conseguirlo (6 meses si la mujer tiene cumplidos los 35 años), hay que acudir a una clínica especializada que aplique un tratamiento específico a sus necesidades. Por ejemplo, en el Instituto Bernabeu aplicamos tratamientos personalizados a cada paciente. Porque cada caso es distinto; contamos con una unidad para mejorar el pronóstico de Baja Respuesta Ovárica para casos de mujeres que, por distintos motivos, tienen muy pocos óvulos. Otro importante grupo de atención es el enfocado a pacientes que han sufrido abortos de repetición o que tras varios tratamientos de reproducción asistida no han conseguido el embarazo a través de la unidad de tratamiento de Fallos de Implantación, entre otras líneas médicas.
Otro aspecto que redunda en mejorar las posibilidades de conseguir el embarazo es acudir a clínicas con laboratorios propios de genética. Actualmente la genética en el campo de la medicina reproductiva cobra una especial implicación. Explica muchos de los problemas que impiden el embarazo ofreciendo soluciones.
Es importante acudir a profesionales y desconfiar de las clínicas low cost con anuncios idílicos que aseguran el embarazo a través de acciones comerciales que luego resultan menos efectivas de lo prometido. No perder recursos y acudir a un centro médico que ofrezca todas las garantías y donde sabemos que van a cuidar de algo tan importante como la salud del bebé desde sus primeros días de vida como embrión.