¿Qué es el Estudio meiótico?
La meiosis es un proceso de división celular por el que las células madre precursoras de los espermatozoides en el hombre y los óvulos en la mujer, reducen su dotación cromosómica a la mitad y pasan de tener 46 cromosomas a 23. Durante este proceso se pueden producir fallos, lo que da lugar a espermatozoides con una dotación cromosómica anormal. Esta carga incorrecta de cromosomas puede dar lugar a una serie de problemas como esterilidad, abortos recurrentes o fracasos en las técnicas de FIV.
¿Cómo se realiza?
En hombres, el estudio de la meiosis se realiza a partir de un análisis del tejido del testículo obtenido de una biopsia testicular, una pequeña intervención quirúrgica que se realiza bajo anestesia local (sólo en el testículo) y de forma ambulatoria (no requiere ingreso).
¿Qué utilidad aporta?
El estudio meiótico nos permite observar y valorar la composición y ordenación de los cromosomas en las diferentes etapas de la formación de los espermatozoides. Gracias a lo cual, podemos obtener unos conocimientos más específicos del historial clínico y poder aconsejar la técnica de reproducción más adecuada.
Este estudio se suele indicar cuando se observan parámetros seminales anormales, ya que, las anomalías meióticas son más frecuentes cuanto peor es la calidad del semen. Lo que ocurre en casos de oligoastenoteratozoospermias (OAT) severas, en los que la concentración, la movilidad y la morfología de los espermatozoides están alterados. También en casos de azoospermia secretora (no se observan espermatozoides en el eyaculado), abortos de repetición, esterilidad de larga evolución sin diagnóstico concreto y tras varias fecundaciones in vitro sin éxito
En caso de existir alteraciones meióticas no existe ninguna técnica que nos permita separar los espermatozoides cromosómicamente normales de los que no lo son. En la actualidad, el estudio meiótico está prácticamente en desuso ya que existe otra opción más sencilla y menos invasiva, que es el estudio de cromosomas espermáticos mediante FISH (Hibridación in situ fluorescente). Para realizar esta técnica solo se requiere una muestra de semen, aunque es menos completa, puesto que no se estudian todos los cromosomas (únicamente los implicados en problemas de fertilidad) y no se puede realizar cuando hay muy pocos espermatozoides. En caso de que se obtenga un FISH alterado, existen las opciones de mejorar el pronóstico de conseguir un embarazo a término realizando un Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP), con el fin de estudiar la dotación cromosómica de los embriones obtenidos; un diagnóstico prenatal, y en casos de muestras seminales con muchas alteraciones utilizando semen de banco.
Más información sobre el estudio de meiosis espermática
Nuria Ruíz, bióloga en Instituto Bernabeu.